Adopciones felices

Adoptar con responsabilidad, abandono de animales en España, animalismo por convicción.

Según datos de la Fundación Affinity, a día de hoy los datos más fiables que existen sobre la problemática del abandono de animales domésticos a falta de cifras reales por parte de la Administración, el año pasado fueron abandonados en España más de 137.000 perros y gatos de los cuales sólo el 45% fueron adoptados.
Se podría decir que el animalismo está de moda, aunque muchos esperamos que no sea así, que no sea una moda y sí se trate de una necesaria e imparable evolución del pensamiento nacida de la educación y la información.

Las redes sociales, en este caso con Facebook como plataforma ideal para ello, han permitido un magnífico y maravilloso crecimiento de esta conciencia animalista en múltiples formas. Acercan la información sobre el maltrato a la palma de la mano, permiten conocer historias terribles que nos sacuden y nos conmueven, permiten compartir estas historias y por último y quizás más importante es que son herramientas que permiten crear y canalizar la ayuda que las entidades de protección animal y los animales necesitan.

Sin embargo Facebook es un mundo extraño, la democratización de la información, el hecho de que cualquiera pueda crear información, que puede ser cierta o no, y sobre todo la necesidad de destacar nos lleva a una situación desastrosa para los animales necesitados y dolorosa para los responsables de estos animales: los consumidores de redes sociales están hambrientos de morbo y de historias virales. He visto más veces en mi muro la historia de un perro medio muerto que rescataron en la India que publicaciones de la Protectora de Trujillo que necesita mucha más visibilidad que ese perro indio para que sus animales sean adoptados.

De esta forma sucede que las imágenes impactantes, los casos dramáticos, los perros y gatos rescatados en circunstancias extremas se vuelven virales, salen en las noticias, atraen atención y donaciones, porque nos sacuden, nos impactan y todos queremos ayudar. La mayoría de ocasiones estos animales tienen una enorme cantidad de solicitudes de adopción de personas con buenas intenciones que tristemente se dejan llevar por un impulso y no por la necesaria reflexión que debe preceder a la incorporación de un nuevo miembro al hogar. Estas adopciones pueden llegar a ser exitosas, no lo dudamos, sin embargo se traducen en el drama de los otros, los normales y aquellos que se dejan la piel en ellos.

Los casos impactantes son una minoría, dolorosa y aberrante, pero minoría. Hay otra gran mayoría de abandonos que no causan tanto revuelo, que no se vuelven virales, fotos que nadie comparte. Son perros y gatos sanos, guapos, algunos más viejos, otros más jóvenes. Algunos de ellos han sido recogidos de la calle, otros dejados por sus propietarios porque ya no los querían. A muchos este tipo de abandono normalizado nos parte el corazón, nos parece tan terrible como cualquier otro, pero no genera titulares, ni likes y lo que es más terrible, no genera adopciones, ni donaciones.

Adopciones felices

Igual que hay entidades especialistas en vender este tipo de historias y sacar beneficio de ellas, hay entidades de protección animal que luchan contra el morbo y hay maravillosos profesionales de la fotografía, de la que tanto se nutren las redes sociales, que se convierte en referentes nacionales de esta lucha. Muestran animales bellos, rescatados, abandonados, la mayoría de ellos recuperados de una triste situación, sí, pero lo que es más importante, bellos, sanos y adoptables. Este es el caso de Andrés López y su proyecto Fotopets, maravillosos retratos que nos hablan de dignidad, de amor, de belleza y de respeto.

Pero... si estos animales no dan pena, no remueven la conciencia y el estómago, no apelan a la lástima para que alguien les de un hogar, si los animales que vemos están sanos y algunos de ellos maravillosamente bien cuidados en casas de acogida ¿Cómo van a ser adoptados entonces? ¿Quién los va a querer?

Este es din duda el desafío del animalismo en nuestro país, el gran trabajo que realizarán las entidades de protección animal a falta de organismos públicos que lo hagan: la educación y la formación para que la adopción sea la forma ética, responsable y socialmente últil de incorporar un animal a nuestra familia. Una adopción responsable que parta de la información, del deseo de darle un hogar a un animal y de darle un compañero peludo a nuestra familia, una decisión que tomen conjuntamente todos los miembros de la familia y que tomen sobre todo en conjunto la cabeza y el corazón, pero no por pena sino por amor.

Queda mucho camino, queda mucho por aprender y por enseñar, pero si trabajamos todos por este animalismo ético, que huye del morbo, que apela a la responsabiildad y no a la pena, que muestra la belleza y la dignidad de los animales abadonados, creo sinceramente que podemos reducir cada año el número de abandonos y aumentar el de adopciones exitosas con poquito que hagamos.

Adopciones felices

Proyecto "Invisibles" comenzó en 2014 como una aventura fotográfica con muy pocos recursos para echar una mano a las protectoras y asociaciones. Fotografías de estudio para animales abandonados y maltratados, bien iluminadas, bien realizadas, el objetivo es mostrar a estos animales bellos, deseables y devolverlos al mundo, devolverles la dignidad y que dejen de ser invisibles, el equipo de Fotopets, Mercedes Alonso y Andrés López han conseguido que más de la mitad y se han fotografiado más de 1.000 animales, sean adoptados.
Podéis informaros en su web: www.proyectoinvisibles.org
Y en Instagram: instagram.com/andreslopezphoto



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